martes, 26 de mayo de 2015

TEORÍA DEL RESUMEN



El RESUMEN


La acción de resumir implica sintetizar aquello que un texto nos dice. Todo resumen, por tanto, significa una transformación de un texto (texto original) en otro texto (resumen) que refleja en forma general y breve las ideas principales del primero y deja al margen las secundarias. Desde una perspectiva formal, debe presentar coherencia con la estructura del texto original y cierto paralelismo en su exposición.

Aunque aparentemente sea una acción relativamente fácil exige cierta capacidad intelectual que nos permita reconocer lo importante y lo accesorio de un texto. La realización de un buen resumen es muestra inequívoca de una gran capacidad de comprensión para hallar la síntesis adecuada.  Desde el punto de vista formal suele decirse que un buen resumen debe oscilar entre un tercio y una quinta parte del texto original. La brevedad es una de las características esenciales del resumen. 

De manera general podemos señalar los pasos siguientes como necesarios para la realización de un resumen:
  1. Lectura exploratoria del texto
  2. Lectura detenida e identificación de tema y subtemas
  3. Determinación de la estructura del texto (introducción, cuerpo, conclusión)
  4. Subrayado de las ideas principales
  5. Redacción del resumen.

Los tres primeros pasos se corresponden con las acciones básicas de lectura y de comprensión del texto base, descritas en el Informe de Lectura

El resumen debe respetar en todo momento la organización del texto original (expositivo, argumentativo, etc.).  Para ello deben llevarse a cabo los dos últimos pasos (subrayado / esquema y redacción del resumen) propuestos, que se explican a continuación:


El subrayado

Una de las principales pautas a tener en cuenta a la hora de resumir un texto es subrayar y esquematizar, a medida  que se lee, aquellos datos e ideas más importantes en la configuración del texto, objeto de resumen.  La técnica del subrayado es muy positiva porque, por medio de ella, se intenta destacar las ideas principales del texto leído, acción que constituye la fase preliminar de un resumen.

Para un subrayado útil debe tenerse en cuenta:
  1. La cantidad de texto subrayado depende de la importancia del tema y del conocimiento que se tenga del mismo.
  2. Nunca se debe subrayar en la primera lectura, porque todo nos parecería importante.
  3. El texto subrayado debe tener sentido por sí mismo.
  4. Si con una sola palabra se puede resaltar una idea, no hace falta marcar dos.  
Estas pautas deben considerarse como premisas para orientar la lectura y demás trabajos a partir del texto original.  

En una segunda lectura tomaremos como texto base el subrayado. 


El esquema

Junto con el subrayado, y dependiendo de la longitud del texto original, resulta conveniente realizar un esquema que ayude a visualizar a las ideas principales. El esquema, en la mayoría de los casos, surge de aquellas ideas que hemos subrayado en el texto. Desde el punto de vista formal, suelen destacarse una serie de requisitos:
  1. Funcionalidad: que se pueda visualizar todo de una vez.
  2. Estilo telegráfico: expresiones o palabras que sean significativas y representen ideas esenciales del texto.
  3. Organización de las ideas:  las ideas más importantes a la izquierda, las secundarias a la derecha.

Hay varias formas de representar el esquema. Se puede hacer de forma numérica o mediante llaves.  El organizado de forma numérica, aunque sea más riguroso, es más confuso, ya que al describir más de tres subdivisiones se complica la comprensión de los diferentes subtemas.  El esquema representado mediante llaves, al ser más visual, cumple mejor dicha función de inmediatez y, aunque aparezcan más subdivisiones, la ordenación aclara los contenidos e ideas correspondientes a cada tema.


La redacción

No se puede incluir ningún dato que no exista en el texto original y se pueden utilizar las ideas principales al pie de la letra.

El resumen debe ser coherente, para ello  es indispensable redactarlo correctamente, con ajuste a las ideas subrayadas, las cuales se deben enlazar con conectores adecuados.


Bibliografía

Instituto Cervantes. (2007).  Saber Escribir.  Madrid, Aguilar.  513 p.

Pérez S., Juan & Plata de T., Cruz. (2006).  Manual de Expresión Escrita. Medellín, Sello Editorial.





EL PROTOCOLO


Un protocolo es una síntesis que contiene los puntos más relevantes tratados durante un seminario, postgrado, diplomado o curso en general.  Más que un acta o un simple resumen, es una descripción ordenada y objetiva de los temas, de las acciones o sucesos que se realizaron durante una sesión o evento académico específico (visita, conferencia, taller, etc.).  Es importante destacar que más que salvar un orden cronológico, el protocolo debe buscar una lógica de lo desarrollado durante el evento, de tal manera que cualquiera que no haya asistido pueda enterarse con la sola lectura de este documento.

Composición del protocolo:

-       Identificación espacial:
Ciudad, fecha y hora, lugar específico.

-       Objetivo del evento:
Redacción de objetivos.

-       Descripción del evento:
Detallar con exactitud si se trata de una exposición, un trabajo de grupo, un taller, una plenaria o dinámica.

-       Temas y tratados
Se  presentan en orden de importancia o cronológico los principales aportes teóricos y la manera como se desarrollaron, sin extenderse demasiado.

-       Aportes
Deben agregarse las intervenciones más destacadas de los asistentes, bien en preguntas o complementando el tema.

-       Tareas asignadas
Es importante, no sólo mencionar trabajos, lecturas o ejercicios pendientes, si los hay, sino también, destacar a las personas responsables de dirigirlos o realizarlos.


BIBLIOGRAFÍA

Cassany, D. (1997). Reparar la Escritura.  Barcelona, Graó.

Instituto Cervantes. (2007).  Saber Escribir.  Madrid, Aguilar.  513 p.


Pérez S., Juan & Plata de T., Cruz. (2006).  Manual de Expresión Escrita. Medellín, Sello Editorial. 189 p. 
El RESUMEN


La acción de resumir implica sintetizar aquello que un texto nos dice. Todo resumen, por tanto, significa una transformación de un texto (texto original) en otro texto (resumen) que refleja en forma general y breve las ideas principales del primero y deja al margen las secundarias. Desde una perspectiva formal, debe presentar coherencia con la estructura del texto original y cierto paralelismo en su exposición.

Aunque aparentemente sea una acción relativamente fácil exige cierta capacidad intelectual que nos permita reconocer lo importante y lo accesorio de un texto. La realización de un buen resumen es muestra inequívoca de una gran capacidad de comprensión para hallar la síntesis adecuada.  Desde el punto de vista formal suele decirse que un buen resumen debe oscilar entre un tercio y una quinta parte del texto original. La brevedad es una de las características esenciales del resumen. 

De manera general podemos señalar los pasos siguientes como necesarios para la realización de un resumen:
  1. Lectura exploratoria del texto
  2. Lectura detenida e identificación de tema y subtemas
  3. Determinación de la estructura del texto (introducción, cuerpo, conclusión)
  4. Subrayado de las ideas principales
  5. Redacción del resumen.

Los tres primeros pasos se corresponden con las acciones básicas de lectura y de comprensión del texto base, descritas en el Informe de Lectura

El resumen debe respetar en todo momento la organización del texto original (expositivo, argumentativo, etc.).  Para ello deben llevarse a cabo los dos últimos pasos (subrayado / esquema y redacción del resumen) propuestos, que se explican a continuación:


El subrayado

Una de las principales pautas a tener en cuenta a la hora de resumir un texto es subrayar y esquematizar, a medida  que se lee, aquellos datos e ideas más importantes en la configuración del texto, objeto de resumen.  La técnica del subrayado es muy positiva porque, por medio de ella, se intenta destacar las ideas principales del texto leído, acción que constituye la fase preliminar de un resumen.

Para un subrayado útil debe tenerse en cuenta:
  1. La cantidad de texto subrayado depende de la importancia del tema y del conocimiento que se tenga del mismo.
  2. Nunca se debe subrayar en la primera lectura, porque todo nos parecería importante.
  3. El texto subrayado debe tener sentido por sí mismo.
  4. Si con una sola palabra se puede resaltar una idea, no hace falta marcar dos.  
Estas pautas deben considerarse como premisas para orientar la lectura y demás trabajos a partir del texto original.  

En una segunda lectura tomaremos como texto base el subrayado. 


El esquema

Junto con el subrayado, y dependiendo de la longitud del texto original, resulta conveniente realizar un esquema que ayude a visualizar a las ideas principales. El esquema, en la mayoría de los casos, surge de aquellas ideas que hemos subrayado en el texto. Desde el punto de vista formal, suelen destacarse una serie de requisitos:
  1. Funcionalidad: que se pueda visualizar todo de una vez.
  2. Estilo telegráfico: expresiones o palabras que sean significativas y representen ideas esenciales del texto.
  3. Organización de las ideas:  las ideas más importantes a la izquierda, las secundarias a la derecha.

Hay varias formas de representar el esquema. Se puede hacer de forma numérica o mediante llaves.  El organizado de forma numérica, aunque sea más riguroso, es más confuso, ya que al describir más de tres subdivisiones se complica la comprensión de los diferentes subtemas.  El esquema representado mediante llaves, al ser más visual, cumple mejor dicha función de inmediatez y, aunque aparezcan más subdivisiones, la ordenación aclara los contenidos e ideas correspondientes a cada tema.


La redacción

No se puede incluir ningún dato que no exista en el texto original y se pueden utilizar las ideas principales al pie de la letra.

El resumen debe ser coherente, para ello  es indispensable redactarlo correctamente, con ajuste a las ideas subrayadas, las cuales se deben enlazar con conectores adecuados.


Bibliografía

Instituto Cervantes. (2007).  Saber Escribir.  Madrid, Aguilar.  513 p.

Pérez S., Juan & Plata de T., Cruz. (2006).  Manual de Expresión Escrita. Medellín, Sello Editorial.




EL PROTOCOLO


Un protocolo es una síntesis que contiene los puntos más relevantes tratados durante un seminario, postgrado, diplomado o curso en general.  Más que un acta o un simple resumen, es una descripción ordenada y objetiva de los temas, de las acciones o sucesos que se realizaron durante una sesión o evento académico específico (visita, conferencia, taller, etc.).  Es importante destacar que más que salvar un orden cronológico, el protocolo debe buscar una lógica de lo desarrollado durante el evento, de tal manera que cualquiera que no haya asistido pueda enterarse con la sola lectura de este documento.

Composición del protocolo:

-       Identificación espacial:
Ciudad, fecha y hora, lugar específico.

-       Objetivo del evento:
Redacción de objetivos.

-       Descripción del evento:
Detallar con exactitud si se trata de una exposición, un trabajo de grupo, un taller, una plenaria o dinámica.

-       Temas y tratados
Se  presentan en orden de importancia o cronológico los principales aportes teóricos y la manera como se desarrollaron, sin extenderse demasiado.

-       Aportes
Deben agregarse las intervenciones más destacadas de los asistentes, bien en preguntas o complementando el tema.

-       Tareas asignadas
Es importante, no sólo mencionar trabajos, lecturas o ejercicios pendientes, si los hay, sino también, destacar a las personas responsables de dirigirlos o realizarlos.


BIBLIOGRAFÍA

Cassany, D. (1997). Reparar la Escritura.  Barcelona, Graó.

Instituto Cervantes. (2007).  Saber Escribir.  Madrid, Aguilar.  513 p.

Pérez S., Juan & Plata de T., Cruz. (2006).  Manual de Expresión Escrita. Medellín, Sello Editorial. 189 p.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario