martes, 26 de mayo de 2015

EJEMPLO ENSAYO ARGUMENTATIVO





EL CONSUMISMO EN LA SOCIEDAD ABRUMADORA




LUZ OVEIDA SOLARTE FERNANDEZ



PRESENTADO A:
GUSTAVO ADOLFO  MONCAYO MORA





UNIVERSIDAD COOPERATIVA DE COLOMBIA
FACULTAD DE CIENCIAS CONTABLES  ADMINISTRATIVAS
CONTADURÍA PÚBLICA
INSTITUCIONAL III
POPAYÁN
2015





EL CONSUMISMO EN LA SOCIEDAD ABRUMADORA


“Nos hallamos en una situación en la que, de modo constante,
 se nos incentiva y predispone a actuar de
 manera egocéntrica y materialista.”[1]


El libro “los retos de la educación en la modernidad liquida” escrito por Zygmunt Bauman sociólogo y filósofo, siendo uno de los pensadores más originales que  ha producido el siglo XX, el autor Afirma que los modelos, valores, creencias y prácticas generales de vida que caracterizaron la modernidad heredada de la era industrial y el ascenso del capitalismo, se transformaron de manera radical; entre ellos, señala algunos cambios; el síndrome de la impaciencia caracteriza al  individuo  promedio en el mundo postcapitalista, donde esperar es insoportable. Su originalidad es paradójica porque no es un completo innovador sino que ofrece nuevas perspectivas de teorías sociológicas clásicas y contemporáneas. Como por ejemplo: formas de privilegio para acceder al mercado de bienes y servicios asociados a cosas materiales y actividades que antes había que hacer y ahora se pueden comprar. Tareas consideradas molestas, incómodas y que consumían tiempo valioso, hoy se pueden adquirir si se tiene el dinero para ello. Por tal razón analizare los temas sobre la educación en sentido sólido, el tiempo, la educación como adquisición de un producto, vínculos humanos, breve satisfacción de tecnologías y por último la ética del trabajo, basado  en el libro  los retos de la educación en la modernidad liquida, escrito por: Zygmunt Bauman.


Partiendo  de la posición actual como consumidores sin tiempo que perder, Bauman señala que los jóvenes son muy atentos, saben cambiar de dirección fácilmente,  adaptarse a circunstancias variables, de inmediato se actualizan, de ello depende su supervivencia. “la educación en el sentido solido; como promesa de futuro”[2];  suelen ser escépticos frente a las tendencias del mundo actual, por ello la educación en  sentido sólido como promesa de futuro es duramente cuestionada y sustituida a lo largo de la vida, esto lógicamente redunda frente a la sociedad entera ya que con lleva a desgastes, psíquicas, intelectuales, sicológicos inversamente proporcionales al vaciamiento de la educación. Cada sujeto, en lo particular, en lo social y  culturalmente podrá reajustar el significado del tiempo.


Es evidente que, esperar se ha convertido en algo intolerable; según Bauman el tiempo es un fastidio, no hay ninguna necesidad ni obligación de sufrir tales molestias de buen grado. El tiempo ha llegado hacer un recurso cuyo gasto se considera innecesario, justificable e intolerable, en donde hasta la sopa viene instantánea y no hay la necesidad  de prepararla y cocinarla, “en nuestros días toda demora, o espera se ha convertido  en un estigma de inferioridad”[3], cada vez todo se hace más fácil para el hombre con tal de ahorrar el tiempo y no desperdiciarlo; llegando a considerar la educación como un producto lo que es un desaire a la sociedad humana, una violación a los derechos humanos. El apetito del conocimiento debería hacerse gradualmente más intenso a lo largo de nuestras vidas, a fin de que cada individuo continúe creciendo y sea cada vez una mejor persona.


Nadie puede ignorar que, el conocimiento en la modernidad liquida haga referencia a los productos que adquirimos cada vez son más remplazados con otros nuevos que aparecen en el mercado más sofisticados, más modernos y con tecnologías avanzadas.  “la educación debía encargarse como la adquisición de un producto”[4]; todas las demás  posesiones, podía y debía atesorarse y conservarse para siempre. Los cambios están provocando la soledad del individuo y que poco a poco vamos perdiendo como seres humanos la necesidad de convivencia en la sociedad. El ascenso en la jerarquía social se mide por la creciente habilidad para obtener lo que uno quiere. El conocimiento antes tenía valor  puesto que se esperaba que durara, así como la educación tenia valor en la medida en que ofreciera conocimiento de valor duradero. Hoy en día el conocimiento es una mercancía.


Está claro que, bien  se comprende que la modernidad nos plantea; la modernidad temprana. (sólida y estable) que representa la autodeterminación que significa vivir fiel a su clase, ello en el marco de la división de clases como una consecuencia del acceso desigual a los recursos necesarios para hacer efectiva la autoafirmación y la cual promueve el colectivismo y los intereses comunes.  Modernidad liquida y fluida, “En el mundo de la modernidad liquida, la solidez de las cosas, como ocurre con la solidez de los vínculos humanos”[5].  La modernidad líquida es una figura del cambio y de la transitoriedad; los sólidos conservan su forma y persisten en el tiempo: duran. Mientras que los líquidos  se transforman constantemente: fluyen. Como la desregulación, la flexibilización o la liberalización de los mercados. Bauman no ofrece teorías o sistemas definitivos, se limita a describir nuestras contradicciones, las tensiones no sólo sociales sino también existenciales que se generan cuando los humanos nos relacionamos.


A primera vista, el texto anuncia que de pronto queremos adquirir todo lo que  vemos o leemos, por ejemplo las revistas de modas incitando al lector a dejar de utilizar lo que se tiene para remplazarlo por algo nuevo o  lo que está de moda y no solo las revistas también los medios de comunicación, como el internet entre otros. “el destino de la mercancía es perder valor de mercado velozmente y ser reemplazada por otras versiones nuevas y mejoradas”[6].  Esto se ha convertido para nuestra sociedad algo abrumador, e inevitable, tener el mejor móvil con las versiones más nuevas mejoradas, la mejor tendencia de ropa, entre otros productos y artículos que salen al mercado. Los productos vienen con la vida útil más corta para beneficio del mercantilista, entre la tecnología sea más nueva y más desechable mejor. El consumismo de hoy no se define por la acumulación de cosas sino por la breve satisfacción de ellas.


Dado que para Bauman, la cruzada por la ética del trabajo era la batalla por imponer el control y la subordinación.  Se trataba de una lucha por el poder en todo, salvo en el nombre; una batalla para obligar a los trabajadores a aceptar, en homenaje a la ética y a la nobleza del trabajo, una vida que ni era noble ni se ajustaba a sus propios principios de moral. “La marcha triunfal del conocimiento a través del mundo habitado por los hombres”[7], La ética del trabajo era una aberrante grosería; responsabilizar a los pobres de su pobreza gracias a su falta de disposición al trabajo y, por lo tanto, su inmoralidad y degradación personal; lo que provoca su castigo ante el pecado es uno de los últimos servicios de la ética del trabajo a la sociedad de consumidores.


Para concluir, el libro es muy interesante, nos brinda muchos conocimientos actuales, es una reflexión sobre los retos que vive la educación contemporánea frente a la sociedad líquida, capitalista, consumista y globalizada. Comenta la crisis profunda de la educación sólida a partir de una mirada hacia la contemporaneidad y sus parámetros de valor y de demanda educativa. Propone la necesidad de situarse fuera de la trampa economicista para que saberes y quehaceres puedan construir una nueva ciudadanía. El síndrome de la impaciencia deja unas enseñanzas muy claras, el tiempo acelerado de la sociedad contemporánea (modernidad líquida) se refleja en todo, en la producción y en el consumo. Esa aceleración genera la impaciencia, toda demora, dilación o espera se ha transformado en un estigma de inferioridad, se trata de obtener lo que uno quiere sin pérdida de tiempo.


En cuanto al conocimiento, la educación tenía su valor conectado al conocimiento duradero, en esto se basaba la excelente formación de una persona culta. En la modernidad liquida lo duradero no tiene encanto, el consumismo no se define por acumular cosas sino en el breve goce de ellas. Hay que librarse de las posesiones y de los vínculos de larga duración. Lo duradero implica compromiso, obligación, responsabilidad, por lo tanto hay que deshacerse de las cosas (del conocimiento y de las personas), tirarlas a la basura, descartarlas, cambiarlas por nuevas. Bajo esta perspectiva, el conocimiento debe ser algo instantáneo, ameno, ligero, circunscrito a un contexto concreto e inmediato. Esto porque es visto como una mercancía que debe aportar novedad y tiene su valor en lo diferencial respeto al conjunto de saberes. El destino de las mercancías es perder su valor rápidamente con el fin de beneficiar al capitalista y  de paso, incitar al consumidor con rigurosas novedades a consumir cada vez más.





[1] -ZYGMUNT BAUMAN-

[2] los retos de la educación en la modernidad liquida, Zygmunt Bauman, editorial Gedisa S.A, 2005, p. 14
[3] los retos de la educación en la modernidad liquida, Zygmunt Bauman, editorial Gedisa S.A, 2005,  p. 22.
[4] los retos de la educación en la modernidad liquida, Zymunt Bauman, editorial Gedisa S.A, 2005, p. 26

[5] los retos de la educación en la modernidad liquida, Zymunt Bauman, editorial Gedisa S.A, 2005, p. 28


[6] los retos de la educación en la modernidad liquida, Zymunt Bauman, editorial Gedisa S.A, 2005, p. 30
[7] los retos de la educación en la modernidad liquida, Zymunt Bauman, editorial Gedisa S.A, 2005, p. 41

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